Nos invitaron, con carácter obligatorio, a una fiesta de disfraces. QUÉ GARRÓN, decimos y repetimos. Alquilar un disfraz… ni en pedo, mirá si encima vamos a gastar plata. No queda otra opción que revolver lo que haya en casa. Y en casa no tenemos ni para un futbolista fracasado (hace años que el shortcito desapareció y de todos modos no nos pasaría de las rodillas). De pronto encontramos la clave, una corona de príncipe que guardamos de un carnaval carioca. Es medio impresentable pero por esa vía vamos. Sumamos un mantel-capa, una espada improvisada con dos maderitas y ya, pensamos.
Llegamos a la fiesta con toda la intención de emborracharnos pronto y combatir con nuestra escuálida espada la vergüenza que trajimos a cuestas pero algo inesperado sucede. Una chica vestida de Cenicienta nos mira y sonríe. Todo este cuento cobra sentido y antes de convertirnos en sapo la invitamos a casa a comer…
El plato mágico: Calabazas rellenasIngredientes2 calabazas medianas
Choclo congelado dos puñados
200 grs de queso cremoso
Queso rallado
1 cebolla de verdeo
100 grs de jamón cocido
Sal y pimienta a gusto
A la cocina:Antes que nada cortamos las calabazas al medio (a lo largo) y les sacamos todas las semillas.
Las hervimos durante 10 o 15 minutos, dependiendo del tamaño de las mismas.
Una vez cocidas las vaciamos con una cuchara dejando un centímetro de espesor con la cáscara.
El contenido que retiramos lo convertimos mágicamente en puré, lo ponemos en un pote y lo mezclamos con el choclo, el queso cremoso cortado en cubos, la cebolla de verdeo cortada en julianas y el jamón cocido cortado también en cubos. Revolvemos bien y salpimentamos.
Una vez que tenemos lista la mezcla rellenamos las calabazas hasta el tope, le ponemos queso rallado por encima y las llevamos al horno durante 20 minutos o hasta gratinar.
Entrarle a la calabaza antes de que se convierta en carroza y sea incomible.
Bon apetit!!!